«He dejado atrás miedos, juicios, proyecciones, dolor…me siento más libre, más auténtica, más conectada con mi Ser. Soy más feliz, con mayor paz interior, con mayor claridad hacia los prioritario en mi vida. Me ha parecido (el viaje chamánico) un poderoso instrumento para despertar del «sueño», de ver que hay otras realidades contactando con nosotros, de expandir la conciencia de manera que vas abriendo tus sentidos y tu corazón hacia la unicidad y a crear mi vida a partir de estos conceptos.»
Corina Ramos (Terapeuta)